La ginecomastia es el aumento benigno del tejido glandular mamario en hombres. Es relativamente frecuente en la pubertad, hasta un 65% de los adolescentes la presentan, pudiendo resolverse de forma espontánea en 1-3 años, sobre la edad de los 14-16 años, de modo que casi un 80% desaparecerán antes de los 18 años. Pero, en un 8% de estos jóvenes se va a mantener, permaneciendo en la edad adulta. Así, cuando se detecta, lo primero es observación y valoración, pero si pasados esos pocos años se mantiene, la solución es sólo quirúrgica, y no debería postponerse más dado el enorme impacto psicosocial que supone para estos chicos.

En este post me he basado en uno de los pocos estudios serios realizados entre adolescentes. Está recogido en un artículo de la revista Plastic& Reconstructive Surgery, april 2013, por L. Nuzzi et al. Los estudios hasta ahora se centraban en adultos. Para este estudio tomaron dos grupos de adolescentes, 47 tenían una ginecomastia, 92 no la presentaban. No había importantes diferencias en edades y sí que era evidente una importante asociación entre ginecomastia y un alto índice de masa corporal. Se investigaron los patrones de conducta y desórdenes alimentarios, así como los índices, mediante test psicológicos, de afectación psíquica y de autoestima. Entre los resultados más llamativos y significativos se encontró el tremendo impacto negativo para la salud psicosocial, que no física pues ésta tiene que ver con el sobrepeso y no con la ginecomastia, traducido en una gran merma de su bienestar personal, en el funcionamiento social y en el grado de autoestima. Y, lo más curioso, era independiente del grado de severidad de la ginecomastia, es decir, incluso en grados leves el impacto es igual de tremendo para estos adolescentes.

Con relación al sobrepeso, tenemos que unos 2/3 de los adolescentes con sobrepeso presentan ginecomastia. Si estudiamos la presencia de trastornos o limitaciones físicas, estas existen, pero se deben al sobrepeso, no a la presencia de ginecomastia, con la que no tienen relación directa. Pero la ginecomastia sí es la responsable directa de enormes trastornos en la autoestima, interacción social  y aislamiento (es sorprendente la crueldad de los compañeros hacia estos chicos, que renuncian casi a la vida social por estas humillaciones, y lo peor es que, al evitar mostrarse, se consideran casi casos únicos, cuando es más frecuente de lo que creen). Pero no son problemas de salud física, de ahí que los sistemas de salud la tengan considerada como un trastorno estético… En serio, ¿estético?

 A continuación os muestro algunos ejemplos de casos clínicos de chicos entre 18 y 20 años. La primera imagen representa un caso leve en el que sólo es necesario una liposucción, mientras que la segunda es un caso moderado donde además de liposucción se debe realizar una pequeña extracción de glándula.

Las imágenes de la segunda fila muestran dos casos severos. El primero menos grave que el segundo en el que es necesario extracción de piel y subida de areola.

 

Lo habitual, cuando se solicita una valoración médica, es, tras descartar un problema endocrino, muy raro, observar y precisar tiempo de evolución. Lo malo es que se les suele recomendar tratar el sobrepeso, centrando ahí el problema, y el tratamiento, cuando la pérdida de peso (si bien les va fenomenal en otros aspectos, en especial su salud física!) no afecta en absoluto a la glándula mamaria, es decir, la ginecomastia no se resuelve por más peso que pierdan. Sólo sirve la cirugía que, por cierto, es super efectiva aquí.

La cirugía para corregir la ginecomastia, aunque variará en función de si el exceso es de grasa, de tejido glandular o también de piel, no es en ningún caso demasiado compleja, la mayoría de las veces se resuelve en una sola sesión, puede que ni precise estancia hospitalaria y además el postoperatorio no es nada doloroso ni largo. Y les mejora de inmediato la vida. A veces se puede resolver con una simple liposucción, otras veces hay que asociar, a través de una incisión periareolar, la excisión del tejido glandular, y ya raramente, si sobra mucha piel, se retira el exceso dejando una cicatriz alrededor de la areola, que suele camuflarse muy bien. En otros post trataremos de estos aspectos puramente quirúrgicos con más detalle.

En conclusión, la ginecomastia es un trastorno que, si bien no afecta la salud física del que la presenta, incide muy negativamente en la salud psicosocial de los adolescentes, causándoles unos tremendos trastornos de autoestima y retraimiento social, independientemente del grado o severidad de esta deformidad. El único tratamiento es el quirúrgico, por lo que, dado el enorme daño psíquico que les supone, no es recomendable hacerles esperar una vez diagnosticada como definitiva. No podemos considerarlo un problema meramente estético, y no sirve para nada confiar y centrarnos en la perdida de peso. Es mucho mejor un tratamiento quirúrgico precoz para que no sigan sufriendo, la cirugía no es nada compleja  ni peligrosa, pero sus trastornos psíquicos sí.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.