PREGUNTAS RESPECTO AL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE MAMA EN PACIENTES CON PRÓTESIS

En este post quiero aclarar algunas de las dudas que tenéis las pacientes que, portadoras de implantes mamarios, sufren el diagnóstico de un cáncer de mama. Lo ideal es, siempre, coordinar el tratamiento entre  ginecólogos, oncólogos, radioterapeutas y cirujanos plásticos, desde el principio todos, en la idea de proporcionar el mejor tratamiento que cure a la paciente y además el mejor resultado cosmético. Es muy habitual que el tratamiento oncológico se realice en un centro diferente a aquel donde la paciente se realizó la cirugía de aumento mamario, por lo que, en estos casos, y si buscando lo mejor para las pacientes, se impone un esfuerzo y actitud de colaboración entre los diferentes profesionales.

Veamos algunas de esas dudas:

1. ¿Me pueden hacer una biopsia o punción sin dañar el implante?

Por supuesto, tened en cuenta que estas punciones se realizan bajo control radiológico, ecográfico, y la prótesis se ve perfectamente.

2. ¿Me tiene que quitar las prótesis en la cirugía?

Habitualmente no, pero depende del tratamiento quirúrgico recomendado y del estadio del tumor. El diagnóstico exacto se completa una vez extirpado el tumor y el ganglio centiela. Estos se analizan, primero en el mismo momento de la cirugía y más tarde y más detenidamente en el laboratorio. Con la información, tras el examen inmediato, en quirófano, se decide si aumentar la resección mamaria si no estaba planificada de entrada o el vaciamiento glanglionar en axila si hay posibilidad en el ganglio centinela. Y, con la información aportada por el estudio detenido del tejido resecado, se define el estadio exacto en que se encuentra el tumor. Esto determina la programación del tratamiento posterior, quimioterápico, radioterápico, hormonal…

Actualmente casi un 70-80’% de las pacientes se benefician de un tratamiento conservador, con turomectomías o cuadrantectomías, completando estos tratamientos con radioterapia posterior, casi siempre. Pero es cierto que en el caso de las pacientes que tienen prótesis previas es frecuente que tengan escaso contenido glandular, con lo que hay una relación desfavorable entre el tamaño del tumor y el de la mama, lo que hace que sea más probable la decisión de una mastectomía en vez de una cirugía conservadora. Pues incluso en un caso así puede mantenerse el implante, siempre que se conserve la piel de la mama, es decir, si se realiza una mastectomía conservadora de piel o mastectomía subcutánea.

Imagen del cáncer de mama en la mamografía

Se puede hacer una mastectomía conservadora de piel siempre que el tumor no infiltre o quede muy próximo a la piel. La areola se podrá conservar cuando el tumor quede a distancia de ésta y las biopsias tomadas en la base del pezón sean negativas. Siempre que se haga una mastectomía subcutánea hay que asociar un implante, que podrá ser el mismo si el volumen sigue siendo adecuado (si la paciente tenía un contenido glandular escaso) u otro nuevo, o un expansor. Los implantes no sólo mantienen y reconstruyen la forma mamaria, sino que, además, evitan la retracción de la piel habitual tras la mastectomía.

3. ¿Cómo afecta la radioterapia a una mama con prótesis?

Como he comentado, la radioterapia es habitual si se ha hecho un tratamiento conservador tipo tumorectomía o cuadrantectomía. Tras una mastectomía dependerá de la evaluación de factores de riesgo propios del tumor, como el tamaño o la afectación gangleonar especialmente. La radioterapia reduce el riesgo de recurrencia del tumor, pues actúa dañando el código genético de las células tumorales que son más sensibles que las células normales. Por ello, se provoca la muerte de las células cancerosas mientras que las normales menos sensibles al daño del a radioterapia, pueden recuperarse, se mata el tumor respetando el tejido sano.

La radioterapia produce en los tejidos sanos unos efectos inmediatos y otros a corto plazo, como el enrojecimiento, inflamación, pigmentación y descamación, que son habituales y reversibles, sin secuelas. Pero hay otros efectos, tardíos, que aparecen a los meses o inclusos años después, que dependen de los tejidos de la paciente y sobre todo del tipo de radioterapia utilizado, pues a veces, si el riesgo de recurrencia es alto, puede ser con sesiones más prolongadas en el tiempo o con dosis mucho más altas, provocando secuelas en los tejidos. Estos efectos tardíos son: fibrosis en la piel y tejido subcutáneo, atrofia tisular, necrosis (incluso años después), alteración de la función de las glándulas sebáceas y sudoríparas, daño en los fibroblastos que son las células que sintetizan el colágeno y remodelan la cicatrización, que se verá alterada, y, por último, aumento en la tasa de la contractura capsular.

La contractura capsular es el efecto más temido en las pacientes que, con prótesis, se someten a radioterapia. Si en una paciente normal ésta es de un 5% o menos, en mamas irradiadas puede superar el 30%, mostrando contracturas grado III-IV. La posibilidad de contractura depende en buena medida del tipo de radioterapia utilizada, aunque estamos en que lo primero es curarse, aunque la irradiación puede dañar los tejidos. Si esta indicado un tratamiento radioterápico no deberíamos dudarlo nunca, a menos que nos den otras opciones igual de eficaces.

4. ¿Se puede tratar una prótesis contracturada por la radioterapia?

En un principio sí, siempre que los tejidos no estén muy dañados, es decir, si la piel no está muy fibrótica, si no hay mucha atrofia del tejido subcutáneo, datos que no nos hagan que la vascularización y la capacidad de cicatrización puedan estar alteradas. Si el daño es importante, puede ser muy problemática la cirugía para corregir la contractura capsular, que consiste en una capsulectomía completa y recambio del implante.

5 ¿Se pueden corregir asimetrías mamarias tras el tratamiento oncológico?

Es normal que tras la cirugía conservadora, en especial si la paciente tenía poco tejido mamario y si ha hecho radioterapia, queden las mamas asimétricas, a veces sólo con déficit de volumen en la zona operada y otras veces más evidentes con retracción de la cicatriz o de las areolas. Siempre podemos hacer algo. En los últimos años la técnica de elección ha pasado a ser el lipofilling o infiltración de grasa autóloga.

El lipofilling mejora las condiciones tisulares, vascularización, cicatrización, disminuye la fibrosis, mejora las cicatrices adheridas y da volumen en las áreas intervenidas. Suelen ser necesarias varias sesiones y precisamos grasa en el cuerpo de la paciente, claro que esto no suele ser problema pues los tratamientos complementarios, tipo Tamoxifeno y variantes, condicionan un aumento de peso… alguna ventaja – cosmética- tendría que tener ¿no os parece?

Por ello, consultad, siempre podremos hacer algo para mejorar el aspecto de las mamas operadas. Y preguntad, y solicitad, que desde el principio se valore la reconstrucción de un cirujano plástico, curar este cáncer es erradicar las células tumorales y dejar una mama lo más parecido posible a la mama normal.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.