En primer lugar, deseo recordar que una ginecomastia consiste en el desarrollo exagerado de la glándula mamaria en varones. Sí, también los hombres tienen glándula mamaria, no sólo la areola, también tienen tejido mamario por debajo, pero lo denominamos ginecomastia cuando el tamaño es excesivo, aludiendo el término a una forma femenina de la mama. Ya en otro post expliqué que esto puede ser una situación normal en adolescentes, desapareciendo o reduciéndose hasta un volumen normal a los pocos años. También es frecuente verla en niños con cierto sobrepeso, así como en adultos.

Se convierte en un problema cuando pasan los años (si era una ginecomastia de adolescente) y no desaparece, o cuando se mantiene aunque se adelgace mucho. Y, aunque sea una patología relativamente frecuente, acompleja siempre, y mucho, de forma que los varones que la padecen no suelen mostrarse, evitando deportes colectivos, ir a la playa o piscina, incluso vestirse con ropa ajustada.

Quiero recordar también que la anatomía de la glándula mamaria consiste en la asociación de tejido graso y tejido glandular o fibroglandular (el tejido propio mamario, con componente mayor o menor de fibras, más denso y por tanto más fibroso en hombres). En los hombres esta glándula mamaria consiste en una pastilla retroareolar más o menos pequeña (o no tan pequeña) de tejido fibroglandular, junto a un componente de tejido graso. Al igual que en mujeres, ésta es una grasa algo distinta, de mayor densidad que la de otras áreas, y oscila su volumen en virtud de los cambios de peso, en tanto que el componente glandular responde a influjos hormonales.

Los pacientes que acuden para corregirse una ginecomastia se engloban en dos grandes grupos: aquellos que han tenido sobrepeso, especialmente en infancia o adolescencia y que, a pesar de haber perdido peso, no han reducido el volumen mamario como desearían; y por otro lado pacientes delgados con una pura hipertrofia glandular, algunas veces secundaria a desajustes hormonales o a la toma de anabolizantes (al estar prohibida su venta -bueno, se supone que lo está- o al menos controlada, ya se ven muchísimo menos estos casos), o también como efecto secundario de algunos fármacos, como por ejemplo los retrovirales. Y hay muchos casos a los que no encontraremos una causa clara, en especial los que muestran una hipertrofia pura glandular, sin apenas grasa.

En función del componente que predomine, el tratamiento de la ginecomastia variará, liposucción si solamente hay componente graso, hasta asociación de lipo y mastectomía, o a una auténtica mastectomía subcutánea, es decir, la excisión de toda la glándula. Veamos:

  • LIPOSUCCIÓN. Sólo funcionará como tratamiento único en casos de exclusivo componente graso y buena piel, con capacidad de retraerse y adaptarse.
  • MASTECTOMÍA. Habitualmente por vía periareolar inferior, retirando toda la glándula a excepción de una pastilla retroareolar a fin de que ésta no quede adherida al músculo pectoral, subyacente. Se trata de una mastectomía subcutánea, pues se respeta toda la envoltura cutánea extirpando selectivamente el tejido glandular.
  • LIPOSUCCIÓN Y MASTECTOMÍA. Es la técnica más habitual, que consiste primero en una liposucción agresiva de la grasa glandular y más moderada en tórax, sobre pectoral, costados, surco submamario… a fin de garantizar un contorno adecuado y armónico (en algunos casos puede asociarse a una lipo de abdomen y flancos). Una vez realizada esta liposucción, queda muy bien definida la pastilla de glándula, densa, que es imposible extraer con liposucción al ser un tejido muy fibroso y que precisa, vía periareolar, la disección y su extirpación.

 

Piezas de tejido glandular resecadas (CASO CLINICO 2)
  • RESECCIÓN CUTÁNEA, junto a la liposucción y mastectomía. En los casos de grandes pérdidas de peso podemos encontrar una piel de muy mala calidad y en exceso, que precisará diferentes técnicas de pexias, desde la más habitual periareolar o circunareolar completa, a variantes de una T invertida, u otras técnicas.

En este post voy a mostrar dos casos clínicos de ginecomastias en pacientes delgados, no asociadas a historia de sobrepeso, que precisaron para su corrección asociar una liposucción en glándula y región torácica, junto a una mastectomía subcutánea vía hemiareolar inferior, sin necesitar resección cutánea, pues ambos pacientes tenían una piel elástica y poco o mínimo exceso cutáneo (ninguno en el primer caso y algo mayor en el segundo caso, pero se retrajo muy bien la piel sin necesitar de retirar nada de piel).

CASO 1 GINECOMASTIA

Paciente de unos 21 años, que mostraba aumento del volumen mamario desde la adolescencia, sin encontrar ninguna alteración hormonal ni haber tenido sobrepeso de pequeño. Aunque el estudio ecográfico indicaba componente exclusivamente graso, en la cirugía, tras la liposucción, se evidenció que persistía una pastilla de tejido glandular, de tamaño discreto, pero cuya resección me permitió conseguir el contorno buscado.

 

CASO 2 GINECOMASTIA

Paciente de mediana edad, delgado, que desarrolló aumento de la glándula pasada la treintena. El estudio ecográfico mostraba predominio graso pero también una importante hipertrofia glandular. Dado que el paciente tenía una buena calidad cutánea y practicaba mucho deporte (es imprescindible para un buen resultado, en especial el trabajo de los músculos pectorales), se evitó cualquier excisión cutánea, limitándome a la liposucción en región mama y tórax, y a la exéresis del exceso glandular vía periareolar.

 

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